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Sigamos a Jesús, y solo a Jesús

¿Queremos conocer la Verdad sobre Dios pero nos hayamos confusos en medio de tantas corrientes religiosas? ¿Deseamos encontrar el verdadero sentido de nuestra existencia? ¿A quién podemos ir para encontrar las respuestas? A Jesús, el único que con toda autoridad moral y religiosa puede decirnos: SÍGUEME (Mt 9:9; 16:24)

Dios dice: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco. ESCÚCHENLO” (Mt 17:5). De ningún otro se dice esto, solo de Jesús. Es la voluntad de Dios que escuchemos a su Hijo a través de Su palabra, en especial los Evangelios, donde se guarda su vida y su obra. Cada vez que ocupamos nuestro corazón en lo que Jesús hizo y dijo, estamos recibiendo una invitación a seguirle, una llamada a creerle y obedecerle ¿Y qué sucede cuando respondemos a su llamada? ¿Qué sucede cuando vemos a Jesús con los ojos de la fe y le escuchamos con oídos obedientes? Adquirimos la promesa segura de vivir eternamente (Jn 3:35-36). Además, ahora podemos experimentar el cumplimiento de esta otra promesa: “Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada” (Jn 14:23) Si nos acercamos a Jesús en amor obediente, él habitará en nuestros corazones (Ef 3:1), de modo que podemos disfrutar de vivir en su continua compañía (2 Cor 13:5) ¿Podemos imaginar una relación mejor?

Pero nuestra fe y amor por Jesús tienen que responder a un conocimiento personal sobre él (Ef 4:13; 2 Pe 1:3). Esto quiere decir que no podemos conformarnos con una fe de “segunda mano”, una fe prestada o impuesta por otros (2 Cor 1:24). Nuestra fe tiene que ser un descubrimiento personal en base a un conocimiento bíblico personal (1 Tim 2:4) y a una experiencia personal con Dios (1 Jn 1:3).

Conviene decir que la información contenida en este blog no tiene intención de conducirte a ningún tipo de organización religiosa. Como dijo un comentarista: “Todos los que se encuentran con el Jesús real de la Biblia, inmediatamente aprenden que el cristianismo está basado sobre una relación con él y no con una organización” Por eso, lo más importante no es asociarse con tal o cual denominación religiosa, sino asegurarnos que pertenecemos al Señor. “El Señor conoce a los que son suyos” (2 Tim 2:19); y al igual que los granos de trigo crecen repartidos entre la cizaña (Mt 13:24-30, 36-43), los que pertenecen al Señor pueden estar y están dispersos entre muchas denominaciones, y sin embargo, se sienten espiritualmente unidos unos con otros; porque como sucede con los sarmientos de la vid, los verdaderos cristianos se reconocen entre sí en virtud del apego que todos y cada uno de ellos tienen con Cristo, la “vid verdadera” (Jn 15:1-17), algo que se evidencia en los valores cristianos que rigen sus vidas y que conforman sus personalidades.

Sí, de lo que se trata es de tener una relación personal con Jesús; y esta es la intención de este blog: animarte a que leas los evangelios y descubras en primera persona al Jesús real de la Biblia, para que ‘conozcas mejor a nuestro Señor y Salvador Jesucristo y crezcas en su amor’ (2 Pe 3:18)

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Comentarios

  1. Me resulta interesante la idea de seguir a Jesús sin intermediarios sólo uno con el

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  2. Nos conviene como abogado intercede por nosotros.quitando toda culpa presentandonos con el Padre limpios y sin mancha.

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  3. En que versiculó de la biblia se encuentra?

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  4. Seguir a Jesús. Es lo más importante. Que estar en cualquier organización

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