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Mostrando entradas de febrero, 2024

La motivación tras las obras justas (Mateo 6:1)

Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa (Mateo 6:1) Estas palabras ponen el foco de atención en los motivos de nuestras obras justas. Jesús nos enseña que si nuestro motivo es llamar la atención de los demás, perderemos la mayor recompensa y el mayor reconocimiento al que podemos aspirar: el que otorga nuestro Padre celestial. Notemos que Jesús no dice que nos abstengamos de realizar obras justas delante de los hombres, sino que, cuando lo hagamos, nuestra motivación no ha de ser para que los demás nos vean (Mt 5:16) La Biblia no solamente nos enseña lo que debemos hacer, sino también el propósito y la motivación con los cuales debemos obedecer. El deseo afanoso de obtener la atención, aprobación y aplauso de otros es una tentación constante para los súbditos del reino. Por lo tanto, debemos examinarnos, porque no basta con ofre

Amar a los enemigos (Mateo 5:43-48)

Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en los cielos. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sean perfectos como su Padre celestial es perfecto (Mateo 5:43-48; Lucas 6:32-36) La palabra utilizada aquí para amar es ágape . El amor ágape consiste es querer a toda persona independientemente de su proceder. Quien expresa este amor odia las injusticias, pero se guarda de perjudicar a la persona que las realiza; más bien, pretende el mayor bien para ella. Jesús no nos pide que amemos a nuestros enemigos igual que amamos a nuestra familia

No resistan al que les haga mal (Mateo 5:38-42)

Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga una milla, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda (Mateo 5:38-42; Lucas 6:29-30) Aquí Jesús está enseñando con varios ejemplos, un principio de cómo el amor ha de responder a situaciones donde lo normal es tener deseos de vengarse, o al menos sentirse molesto. Respecto a la famosa expresión “devolver la otra mejilla”, Jesús no quiso decir que se debería pedir más bofetadas. Él mismo, cuando se le abofeteó en la cara durante su juicio, protestó a quien le maltrató diciendo: “ Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué me pegas? ” (Jn 18:22-23) La

No jurar (Mateo 5:33-37)

También han oído que se dijo a sus antepasados: “No faltes a tu juramento, sino cumple con tus promesas al Señor”. Pero yo digo: No juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro. Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y cuando digan “no”, que sea no. Cualquier otra cosa que digan más allá de esto proviene del maligno (Mateo 5:33-37) Jesús nos enseña que nunca debemos necesitar de un juramento para garantizar lo que decimos. Se nos debe conocer por ser personas que siempre decimos la verdad. Clemente de Alejandría decía que los cristianos deberían vivir de tal manera y demostrar tal carácter que a nadie se le ocurriera nunca exigirles un juramento. Cuando dice: " Cualquier otra cosa que digan más allá de esto

El divorcio (Mateo 5:31-32)

Se ha dicho: “El que se divorcia de su esposa debe darle un certificado de divorcio”. Pero yo digo que, excepto en caso de inmoralidad sexual, todo el que se divorcia de su esposa la induce a cometer adulterio y el que se casa con la divorciada comete adulterio (Mateo 5:31-32) Tanto para la cultura judía, y sobre todo para la griega, la enseñanza de Jesús sobre la fidelidad en el matrimonio suponía una extraordinaria novedad. Para los judíos, a pesar del favorable trato que Dios le daba a la mujer, ésta era considerada poco más que una cosa, una pertenencia. La mujer no tenía derecho a divorciarse por ningún motivo, mientras que el hombre podía hacerlo bajo cualquier motivo, que para muchos podía ser: quemar el pan, echar mucha sal en la comida, por no llevarse bien con los suegros, etc. Pero para Jesús, y por tanto, para todos los cristianos, solo hay una causa a la vista de Dios que puede ser motivo de divorcio: la fornicación. Por lo tanto, cualquie

Cirugía espiritual (Mateo 5:29-30)

Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él vaya al infierno (Mateo 5:29-30) Aquí Jesús dice qué hacer para no codiciar a una mujer. Habla de sacarse un ojo o cortarse una mano, figuras simbólicas que trasladan el mensaje de lo necesario de hacer una "cirugía espiritual", lo que en español se llama "cortar por lo sano". Si uno tiene un hábito o una relación que le lleve a cometer adulterio en el corazón, lo mejor es terminar con ello de forma radical, cueste lo que cueste. Por ejemplo, si alguien ha caído en el sucio hábito de ver pornografía en internet, es mucho mejor decidir a no utilizar internet, que permitir que ese hábito lo conduzca a perder la relación con Dios. Anterior --- Lista de temas

Adulterio en el corazón (Mateo 5:27-28)

Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”. Pero yo digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón (Mateo 5:27-28) Otra vez Jesús lleva los asuntos al corazón, donde nacen los buenos y malos deseos (Mr. 7:21-23) Según la interpretación de los escribas, el pecado consistía en llevar a cabo el acto de adulterio. Jesús dice que, ante los ojos de Dios, el que permite y acaricia tal pensamiento en su corazón ya es un adúltero. Esa mirada prolongada, sensual, saboreando la fantasía de una relación ilícita, indica una actitud que ofende a Dios; y al excitar ese deseo en el corazón, fácilmente se es capaz de cometer el acto físico de adulterio cuando las circunstancias sean propicias. Anterior --- Lista de temas --- Siguiente

Reconcíliate pronto con tu adversario (Mateo 5:25-26)

Reconcíliate pronto con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo (Mateo 5:25-26) Parece que el punto a aprender es este: cuando ocurra un conflicto personal hemos de reconciliarnos lo antes posible ; de lo contrario, el problema que tengamos se puede acrecentar y complicar. La amargura engendra amargura. Por eso, el factor tiempo es importante a la hora de arreglar los problemas con nuestro semejante. Anterior --- Lista de temas --- Siguiente

Reconcíliate con tu hermano (Mateo 5:23-24)

Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda (Mateo 5:23-24) Aquí aprendemos que nuestra relación con Dios puede quedar interrumpida si hemos actuado mal contra nuestro semejante y aún no lo hemos arreglado. Como dice William Barclay: “Jesús deja bien claro este hecho fundamental: No podemos estar en paz con Dios a menos que lo estemos con nuestros semejantes; no podemos esperar el perdón a menos que hayamos confesado nuestro pecado, no sólo a Dios, sino también a los hombres, y a menos que hayamos hecho todo lo posible para evitar sus consecuencias prácticas. Algunas veces nos preguntamos por qué hay una barrera entre nosotros y Dios; a veces nos preguntamos por qué nuestras oraciones parece que no sirven para nada. La razón podría ser muy bien que somos nosotros los que hemos

Insultos graves (Mateo 5:21-22)

Habéis oído que se dijo a los antepasados: «No matarás» y: «Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte». Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: «Raca» a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: «Idiota», será reo del infierno de fuego (Mateo 5:21-22) Jesús habla del mandamiento “no matarás” y lleva el asunto a la condición del corazón donde nacen las actitudes violentas. Comienza a hablar de " aquel que esté enojado con su hermano " , prohibiendo toda clase de enojo o de ira para con su hermano, seguramente la ira que se va alimentando, que perdura demasiado tiempo. Habla de quienes digan “ Raca ” a su hermano. Raca era una palabra de sumo menosprecio. Quien trata así a su hermano se hace culpable del pecado del desprecio, que puede ser originado por el orgullo de clase, por la mejor condición económica, e inclus

Sois la luz del mundo (Mateo 5:14-16)

Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo (Mateo 5:14-16) Jesús dice a sus discípulos que son la luz del mundo. La luz hace que podamos distinguir la realidad, en este caso la realidad de Dios que antes no veíamos, pero que ahora sí, gracias a que Él hace ‘brillar su luz en nuestro corazón para que conozcamos Su gloria’ (2 Cor 4:6) De modo que podemos ser luz, no porque poseamos una fuente de luz en nosotros mismos, sino que procede de Dios, y así como la luna refleja la luz del sol, la luz que propaguemos es sólo un reflejo de la luz que Dios hace brillar en nuestros corazones. Jesús también dice que hagamos brillar nuestra luz delant

Sois la sal de la tierra (Mateo 5:13)

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? No sirve ya para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres (Mateo 5:13; Lucas 14:34-35) En tiempo de Jesús, la sal era el más común de todos los conservantes. Se usaba para evitar que las cosas se corrompieran. Si el cristiano ha de ser la sal de la tierra, debe tener una cierta influencia desinfectante en las personas que le rodean. Todos sabemos que hay ciertas personas en cuya compañía es fácil ser buenos; y que también hay ciertas personas en cuya compañía es fácil bajar el listón moral. El cristiano debe ser un antiséptico purificador en cualquier lugar en que se encuentre; debe ser la persona que, con su presencia, se les haga más fácil a otros ser moralmente limpios. Por otra parte, la cualidad más obvia de la sal es el sabor que da a las cosas. Los alimentos sin sal son insípidos y hasta desagradables. El cristiano es a otros lo que la

Felices los perseguidos por causa de la justicia (Mateo 5:10-12)

Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros (Mateo 5:10-12; Lucas 6:22-23, 26) Es triste y paradójico que los que viven conformes a la justicia de Dios sean perseguidos, y esta es la causa que apunta Jesús: " Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece " (Juan 15:19) Los verdaderos cristianos se destacan por seguir los valores expresados y vividos por Jesús, lo que les hace diferir mucho a los ojos del mundo, y esto que debería servir como un buen ejemplo a seguir, hace que muchos lo interpreten como una crítica a su prop

Felices los pacificadores (Mateo 5:9)

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios (Mateo 5:9) A los pacificadores de los que habló Jesús no solo se los reconoce por lo que hacen, sino también por lo que no hacen. Por ejemplo, no pagan “daño por daño” a nadie. Más bien, hacen siempre “lo que es bueno […] para con todos” (1 Tes. 5:15). Los pacificadores son las personas que promueven la paz y no hacen nada que pueda “[separar] a los que se han familiarizado entre sí” (Pro. 16:28). Además, se esfuerzan por buscar “la paz con todos” (Heb. 12:14) Si estamos “viviendo por espíritu” , los demás notarán que somos pacíficos. No estaremos “promoviendo competencias unos con otros” , o “provocándonos” (Gál. 5:22-26). Más bien, nos esforzaremos por ser “pacíficos con todos los hombres” (Rom. 12:18) Anterior --- Lista de temas --- Siguiente

Felices los que tienen corazón puro (Mateo 5:8)

Afortunados los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios (Mateo 5:8) Los de corazón puro o limpio son absolutamente sinceros y no están divididos en su devoción y compromiso con Dios; están limpios en sentido moral que les lleva a “una vida santa, pues sin santidad nadie verá al Señor” (Heb 12:14); y reconociendo que necesitan constantemente la ayuda de Dios, hacen suya esta oración: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio Y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51:10) Esta bienaventuranza también nos mueve a examinar nuestros motivos: ¿Hacemos nuestro servicio a Dios o al prójimo totalmente libre de egoísmo, o de deseo de prestigio? No parece que eso sea lo frecuente si uno es honrado consigo mismo. Nuestra innata imperfección provoca manchas en nuestros motivos. Pero esto no nos debe desanimar. Adquirir un corazón limpio debe ser la meta del cristiano, porque aún sin conseguirlo la mayoría de las veces, en la medida que nuestros m

Felices los misericordiosos (Mateo 5:7)

Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia (Mateo 5:7) Esta es una enseñanza característica del Nuevo Testamento: sólo se tendrá misericordia de los misericordiosos (Mt 6:12-14; 7:2; Mr. 11:25-26; Ef. 4:32; Col 3:13; Sant 2:13) Donde más se aprecia esta verdad es en nuestra relación con Dios. Recordemos la parábola de los dos deudores (Mateo 18:23-35) Dios nos perdona constantemente muchas cosas, y a veces pecados con cierta gravedad. Por esa razón, espera que imitemos su ejemplo y seamos misericordiosos con nuestro prójimo. Si damos misericordia, recibiremos mucha más misericordia de parte de Dios. Anterior --- Lista de temas --- Siguiente

Felices los que tienen hambre y sed de justicia (Mateo 5:6)

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados (Mateo 5:6) Bienaventurados son las personas que sienten, no una ligera apetencia, sino un fuerte deseo por ver realizada la justicia de Dios. Los que esperan con verdadero anhelo los "cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" (2 Pe 3:13); los que piden con fervor que se haga la voluntad de Dios (Mt 6:10); los que buscan primeramente el reino de Dios y Su justicia (Mt 6:33) Estos no serán defraudados, como sucede con las promesas humanas, sino que al debido tiempo, serán plenamente satisfechos mediante el Reino de Dios Anterior --- Lista de temas --- Siguiente

Felices los mansos (Mateo 5:5)

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad (Mateo 5:5) Los mansos de los que habla Jesús no son personas débiles o cobardes. Todo lo contrario, las personas mansas son fuertes moralmente, decididas y dispuestas a luchar por la fe y la justica, pero solo cuando el hacerlo está dentro de la voluntad de Dios; mientras tanto, controlan sus acciones y palabras y no tratan de dominar a otros. Tenemos el perfecto ejemplo del propio Jesús quien dijo de sí mismo: “ soy manso y humilde de corazón ” (Mt 11:29) La mansedumbre está muy relacionada con la humildad, una de las cualidades que Dios más desea encontrar en nosotros: "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Snt 4:6) Y es que los mansos son los que humildemente se dejan enseñar por Dios y obedientemente permiten que Él gobierne sus vidas, los que han llegado a acostumbrase a tener en cuenta la opinión de Dios antes de hablar o actuar. Ante

Felices los pobres espirituales (Mateo 5:1-3)

Al ver que la multitud se le acercaba, Jesús subió a un monte. Allí se sentó, y cuando sus discípulos se le acercaron comenzó a enseñarles: ¡Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque de ellos es el reino de los cielos! (Mateo 5:1-3) Los que reconocen su pobreza espiritual son las personas humildes que admiten su condición pecaminosa y reconocen su quiebra espiritual; son los que se desprenden de su soberbia al comprobar que no hay justificación para sus errores y se dan cuenta de su absoluta incapacidad para hacer frente a las consecuencias de sus pecados. Esta pobreza espiritual los lleva a buscar a Dios y a confiar sus vidas en Él, implorando su perdón y el don de su espíritu santo (Hechos 2:37-38) Dios dice a través de Isaías: “Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra ” (Isa 66:2) Un buen ejemplo de quien reconoció s

Felices los que lloran (Mateo 5:4)

Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados (Mateo 5:4) Jesús habla de "llorar" con sentimiento intenso, como se llora la muerte de un ser querido. No se refiere al "llorar" por ambiciones fallidas, ni por haber sido avergonzado o castigado por alguna maldad. Se refiere a llorar por un motivo piadoso, como el gran dolor que experimentó el apóstol Pedro cuando tomó conciencia de haber negado a su amado Señor, un dolor que le hizo ‘llorar amargamente’ (Lc 22:62) Son los que lloran por sentir un profundo pesar por ver la indiferencia de su propio corazón, por comprobar la debilidad de su fe y su falta de confianza en el Padre celestial, y porque constatan la abundancia de orgullo que aún hay en su vida. Todas esas cosas, entre otras, pesan terriblemente sobre aquellos de quienes habla Jesús, de modo que experimentan la aflicción y lágrimas que llevan al arrepentimiento. Pero la promesa de Jesús es que estos serán conso

Escoge a los doce apóstoles (Lucas 6:12-16)

En esos días Él se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles: Simón, a quien también llamó Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Jacobo, hijo de Alfeo, y Simón, al que llamaban el Zelote; Judas, hijo de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor. (Lucas 6:12-16; Marcos 3:13-19; Mateo 10:1-4) Jesús escogió a sus apóstoles, palabra que quiere decir “alguien a quien se envía”. El hecho de que Jesús seleccionara exactamente doce hombres era una referencia al nuevo Israel; porque así como el viejo Israel se expandió con las doce tribus, el nuevo Israel que sería reunido de entre todas las naciones, también daría comienzo con los doce apóstoles (Ap. 21:12, 14) Estos apóstoles que Jesús escogió eran hombres corrientes. Ninguno era rico, ni famoso, ni influyente; no habían recibid

No romperá la caña quebrada (Mateo 12:20-21)

No acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia. Y en su nombre pondrán las naciones su esperanza (Mateo 12:20-21) Estas palabras proféticas de Isaías también describen como Jesús trataba a la gente. Las cañas quebradas o mechas que apenas arden son figuras que describen a aquellos cuyo espíritu está a punto de quebrarse o apagarse, los que están rotos al tomar conciencia de su pecado, los marginados que tienen el ánimo apagado. Lejos de hacer como los escribas y fariseos que no perdían oportunidad para condenar o menospreciar a estas personas, Jesús las consolaba y animaba, les daba verdadera esperanza para recuperar su fortaleza espiritual. Alguien que estuvo en esta situación fue el apóstol Pedro, quien llegó a sentirse totalmente desecho cuando se dio cuenta de haber negado tres veces a su amado Señor ¿Cómo reaccionó Jesús? Lo trató con compresión y ternura. Cuando resucitó, al primer a

No disputará ni gritará (Mateo 12:15-19)

Consciente de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron y él sanó a todos los enfermos, pero les ordenó que no dijeran quién era él. Esto fue para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: «Este es mi siervo, a quien he escogido, mi amado, en quien me deleito; sobre él pondré mi Espíritu y proclamará justicia a las naciones. No disputará ni gritará; nadie oirá su voz en las calles » (Mateo 12:15-19) El deseo de Jesús de guardar en secreto su actividad está en consonancia con la descripción profética de Isaías. Ahí se sugiere que el Siervo (Jesucristo) no se echará a la calle para defender su causa, sino más bien se retira del bullicio y de la aclamación. Él no se anunciaba a sí mismo, ni hacía propaganda de su persona. Jesús tampoco buscó contienda dialéctica; más bien eran los escribas y fariseos quienes le buscaban para discutir y tener algo de qué acusarle. Él en cambio se dedicaba a anunciar las buenas nuevas del reino, y cuando al

La importancia de los preceptos (Lucas 6:6-11)

Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle. Pero Él sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ven acá . Y él, levantándose, se le acercó. Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla? Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano . Y él lo hizo así, y su mano quedó sana. Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús (Lucas 6:6-11; Mateo 12:9-14; Marcos 3:1-6) Cuando Jesús les preguntó si era lícito en el día de reposo salvar una vida o destruirla, Jesús estaba enfrentando a los fariseos a dos opciones contrapuestas: Por un lado, preguntaba si era lícito curar al ho

Misericordia quiero, y no sacrificio (Mateo 12:1-8)

En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en sábado; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Y viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado. Mas Él les dijo: ¿No habéis leído qué hizo David cuando tuvo hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y comió del pan de la proposición, que no le era lícito comer, ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes? ¿O no habéis leído en la ley, cómo los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. Mas si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado (Mateo 12:1-8; Marcos 2:23-28; Lucas 6:1-5) Jesús censuró duramente a los escribas y a los fariseos por ser lectores superficiales de las Escrituras. Les cita de nuevo lo q

Reciben gloria unos de otros (Juan 5:43-44)

Yo he venido en nombre de mi Padre y ustedes no me aceptan; pero si otro viniera en su propio nombre, a ese sí lo aceptarían. ¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si reciben gloria unos de otros, pero no buscan la gloria que viene del Dios único? (Juan 5:43-44) Los que buscan y reciben la gloria humana, se sienten contentos y satisfechos. Los judíos se sentían más santos que los otros y, por eso, se sentían satisfechos. De esto Pablo advierte en 2 Cor. 10:12: "Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos" Si nos comparamos unos con otros y nos sentimos satisfechos, no veremos la necesidad de creer en Cristo, pero si sinceramente nos comparamos con Cristo, veremos nuestra condición verdadera y esto puede ser el principio de la fe que nace de un sentimiento de necesidad, como explicó tan claramente Jes

No aman realmente a Dios (Juan 5:39-42)

Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida. No acepto que la gente me dé gloria. A ustedes los conozco y sé que no aman realmente a Dios (Juan 5:39-42) Los judíos tenían encomendadas las Sagradas Escrituras y eran sus más fervientes estudiantes. Sin embargo rechazaron a Aquel de quien las Escrituras daban testimonio. ¿Qué sucedió para darse esta trágica paradoja? La razón la tenemos en los versículos siguientes cuando Jesús les dice "que no aman realmente a Dios" . Leían y estudiaban las Escrituras con una motivación del todo incorrecta, porque no lo hacían por amor a Dios y Su verdad revelada, sino por amor a sus propias interpretaciones personales. De esa manera, llegaron a elaborar su propia verdad sobre Dios. Los cristianos actuales debemos aprender la lección y preguntarn

Juicio justo (Juan 5:30)

No puedo yo hacer nada de mí mismo; como oigo, juzgo; y mi juicio es justo; porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre que me envió (Juan 5:30) En este versículo Jesús aclara el por qué tiene la autoridad de juzgar, es porque el Padre sabe muy bien que juzgará no según su voluntad, sino la voluntad del Padre, quien le ha concedido dicha autoridad. Tenemos que estar muy tranquilos y agradecidos que el juicio no lo pronuncie cualquier humano, aunque sea el más justo de los hombres; sino que lo haga Jesucristo según la voluntad de Dios. Es el único que puede juzgar con juicio perfectamente justo, capaz de tener en cuenta todos los motivos y circunstancias, un juicio basado en un perfecto equilibrio entre la justicia y la gran misericordia de Dios. Anterior --- Lista de temas --- Siguiente