Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él vaya al infierno (Mateo 5:29-30)
Aquí Jesús dice qué hacer para no codiciar a una mujer. Habla de sacarse un ojo o cortarse una mano, figuras simbólicas que trasladan el mensaje de lo necesario de hacer una "cirugía espiritual", lo que en español se llama "cortar por lo sano". Si uno tiene un hábito o una relación que le lleve a cometer adulterio en el corazón, lo mejor es terminar con ello de forma radical, cueste lo que cueste. Por ejemplo, si alguien ha caído en el sucio hábito de ver pornografía en internet, es mucho mejor decidir a no utilizar internet, que permitir que ese hábito lo conduzca a perder la relación con Dios.
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