Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2024

No nos dejes caer en tentación (Mateo 6:13)

Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. (Mateo 6:13; Lucas 11:4) Al decir “ no nos dejes caer en tentación ” estamos pidiendo a Dios que no permita que caigamos en circunstancias demasiado difíciles para nosotros, y que siempre nos provea la salida de la tentación y la fuerza necesaria para soportar toda prueba. Así se desprende cuando leemos 1 Corintios 10:13 que dice: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir” Las Escrituras dejan claro que Dios permite que de diversos modos seamos probados para fortalecer nuestra fe y recordarnos nuestra necesidad de andar con nuestra mano firmemente puesta en la de Él (Gén 22:1; 1 Ped 4:12; Sant 1:2-4; 12-14; Rom 5:3; 8:18, 28) Las tentaciones o las pruebas no están permitidas por Dios pa

Perdónanos nuestras deudas (Mateo 6:12)

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. […] Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones. (Mateo 6:12, 14-15; Lucas 11:4) ¡Cuán agradecidos debemos estar por esto! Necesitamos que Dios nos perdone nuestros pecados, que son deudas morales y espirituales que tenemos con Dios. Necesitamos que Dios nos cancele estas deudas cuyo total, de conocerse, seguro que nos asustaría. Por eso, siempre hemos de agradecer la gran misericordia que Dios tiene con nosotros. Pero notemos que Dios nos pone una pequeña condición: que nosotros también cancelemos las deudas que otros tienen pendiente con nosotros. El sentido literal de la frase es: " Perdónanos nuestros pecados en la misma proporción en que nosotros perdonamos a los que han pecado contra nosotros " (Mateo 6:12).

Danos el pan nuestro de cada día (Mateo 6:11)

Danos hoy el pan nuestro de cada día (Mateo 6:11; Lucas 11:3) Esta petición nos recuerda que Dios es el originador del alimento. Nos corresponde pedírselo a Él y no al gobierno o a la ciencia. Ni todos los científicos juntos pueden crear una semilla que crezca y dé su fruto; todo el alimento ha sido creado y existe por Dios. Lo que comemos, por tanto, es un regalo que nos hace Dios. Y la petición no solo se refiere al pan, ya que la palabra "pan" es palabra genérica y significa lo necesario para sostener la vida física (ver Gen 3:19) Por tanto, esta es una oración sencilla para que Dios nos supla con las cosas que necesitamos para el día que tenemos por delante. También nos enseña a pensar sólo en nuestras necesidades del día. Nos evitamos mucha ansiedad si aprendemos a confiar en Dios y nos centramos en el día a día, sin preocuparnos en las necesidades futuras. Proverbios 30:8-9 es una oración muy apropiada: "no me des pobreza ni riquezas, sino sustén

Venga tu reino. Hágase tu voluntad (Mateo 6:10)

Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo (Mateo 6:10) ¿Qué es el reino de Dios? En el N.T. encontramos muchas referencias del reino de Dios como una realidad futura en la segunda venida de Jesús (Lc 21:31; 22:18), pero también como algo que comenzó a estar presente en la primera venida de Jesús (Lc 11:20; 17:20-21). Aquí Jesús nos está enseñando a orar para que venga Su reino. Con esto pedimos la consumación total del Reino, cuando la voluntad de Dios se haga en toda la tierra como se hace en el cielo. Pero mientras tanto, han existido y existen ciudadanos del Reino de Dios, en el sentido de que cualquier persona que hace la voluntad de Dios es partícipe o ciudadano del reino de Dios. Entonces, el reino de Dios lo podemos entender como el ámbito donde se realiza la voluntad de Dios. Pocas cosas son más apropiadas que pedir que se haga la voluntad de Dios en toda la tierra, porque sabemos que Dios es el verdadero experto en la vida, y porque pod

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre (Mateo 6:9)

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre (Mateo 6:9) Jesús cuando se dirigía a Dios siempre usaba el término " Padre " , algo que nosotros hacemos también: no llamamos a nuestro padre por su nombre sino como padre o papá. En el A.T., el nombre de Dios se suele traducir como “Jehová” o “Yahvé”; y en el N.T. tanto Jesús como los escritores del N.T. utilizaron a menudo la expresión "Padre", o "Padre celestial". Lo importante es dirigirnos a Él con sinceridad, respeto y amor. Por otra parte, decir Padre nuestro implica la eliminación del yo. El que Dios sea nuestro Padre nos une como cristianos con todos los que con sinceridad y en verdad reconocen al Padre de nuestro Señor Jesucristo. Al dirigirnos a nuestro Padre que ‘ está en los cielos ’ , nos hace pensar, que a pesar de la estrecha relación personal que podamos tener con Dios, siempre hemos de percibir Su infinita majestad y grandeza (Isa 57:15) y nuestra propia

Introducción al Padre nuestro (Mateo 6:9-13)

Ustedes deben orar así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno” (Mateo 6:9-13; Lucas 11:1-4) Aquí tenemos la conocida oración del Padre nuestro. Jesús la dio a sus discípulos como una oración modelo con la cual podrían formar sus oraciones. Podemos observar que hay un orden premeditado en las peticiones de la oración. Las primeras tres tienen que ver con Dios y Su gloria y las siguientes tres con nuestras necesidades. Este es el orden correcto y Jesús nos quiere hacer ver que primero tenemos que reconocer y dar a Dios el lugar que le corresponde, y sólo después, pensamos en nosotros y nuestras necesidades. Sólo cuando le damos a Dios el lugar que Le corresponde, todo lo demás lo vemos en su debida pers

No uséis vanas repeticiones (Mateo 6:7-8)

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis (Mateo 6:7-8) La oración no debería consistir en vanas repeticiones. Algunas personas piensan que repetir las mismas palabras una y otra vez hará que finalmente Dios los oiga. No es que esté mal acercarnos a Dios con la misma petición, ya que el mismo Jesús animó a que a hacer oraciones persistentes (Mt 26:39, 42, 44; Lc. 18:1–8) Lo que Jesús sí condena es el uso de “ vanas repeticiones ” , donde el énfasis no está en “ repeticiones ” , sino en “ vanas ” ; es decir, palabras sin sentido, repeticiones vacías de palabras y frases que no se elevan con un corazón sincero. Dios no se impresiona por la mucha palabrería; pero nunca se ora demasiado si nuestras oraciones son sinceras expresiones que proceden del corazón Jesús dice que Dios ya sabe

Que tu oración sea en secreto (Mateo 6:5-6)

Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (Mateo 6:5-6) Otra vez Jesús enfoca la atención en los motivos, esta vez sobre nuestras oraciones. La oración es una provisión sencillamente maravillosa. Por lo general, las personas consideradas “importantes” no están accesibles para casi nadie. En cambio, nuestro Padre celestial, el Creador del universo, está dispuesto, incluso deseoso de escuchar nuestras oraciones sinceras. Pero esta accesibilidad que tenemos con Dios; a veces, puede que no la apreciemos como es debido. Cuando hablamos a Dios, no se nos debe olvidar que estamos hablando con nuestro Creador, el Todopoderoso. Por

Que tu limosna sea en secreto (Mateo 6:2-4)

Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa. Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará (Mateo 6:2-4) Al decir ‘ anunciar al son de trompeta ’ se entiende que es toda acción o palabra con que se demuestra jactancia por alguna obra buena, como sucede cuando uno da limosna, fijándose en alguien que tenga delante, o cuando se le dice a otro, o cuando se lo da a persona que pueda devolvérsela. Si no fuera por estas causas no lo haría, más aún cuando lo hiciere en un lugar secreto, pero con el propósito de que aquello le sirva de alabanza, aún toca la trompeta. (Pseudo Crisóstomo, cristiano del siglo IV) Cuando se da