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Introducción al Padre nuestro (Mateo 6:9-13)

Ustedes deben orar así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno” (Mateo 6:9-13; Lucas 11:1-4)

Aquí tenemos la conocida oración del Padre nuestro. Jesús la dio a sus discípulos como una oración modelo con la cual podrían formar sus oraciones. Podemos observar que hay un orden premeditado en las peticiones de la oración. Las primeras tres tienen que ver con Dios y Su gloria y las siguientes tres con nuestras necesidades. Este es el orden correcto y Jesús nos quiere hacer ver que primero tenemos que reconocer y dar a Dios el lugar que le corresponde, y sólo después, pensamos en nosotros y nuestras necesidades. Sólo cuando le damos a Dios el lugar que Le corresponde, todo lo demás lo vemos en su debida perspectiva.

Es digno de notar que en toda la oración siempre se emplea la primera persona del plural, como "nosotros" y "nuestros". Esto nos debe recordar que al orar debemos tener presente a los demás tanto como a nosotros mismos.

La oración no fue dada por Jesús para ser memorizada como palabras exactas que debían ser empleadas y recitadas mecánicamente. Esto se aprecia por dos razones:
- Justo antes (Mt 6:7) Jesús manda evitar las vanas repeticiones, algo que sucede cuando muchas palabras repetidas de memoria llegan a ser frases vacías.
- Al compararlo con el pasaje paralelo de Lucas 11:1-4 se aprecia que las expresiones utilizadas no son iguales, y Jesús hubiera utilizado idénticas palabras en los dos pasajes si hubiera sido su propósito ser recitada con las mismas palabras.

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