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Que tu limosna sea en secreto (Mateo 6:2-4)

Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa. Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará (Mateo 6:2-4)

Al decir anunciar al son de trompeta se entiende que es toda acción o palabra con que se demuestra jactancia por alguna obra buena, como sucede cuando uno da limosna, fijándose en alguien que tenga delante, o cuando se le dice a otro, o cuando se lo da a persona que pueda devolvérsela. Si no fuera por estas causas no lo haría, más aún cuando lo hiciere en un lugar secreto, pero con el propósito de que aquello le sirva de alabanza, aún toca la trompeta. (Pseudo Crisóstomo, cristiano del siglo IV)

Cuando se da a los necesitados para recibir homenaje de los hombres, se está actuando con hipocresía, es decir, se hace como si fuera un servicio piadoso cuando en realidad es un ejercicio de vanidad. Quien lo hace así, solo tiene la pobre recompensa que viene de los hombres; pero si nuestro motivo es puro, sin buscar promocionar nuestras obras, entonces tendremos la recompensa de Dios, mucho más grande y satisfaciente.

¿Cuál es el motivo excelente para ayudar a otros? Amor a Dios y al prójimo. Dice Proverbios 19:17 que "El que se apiada del pobre presta al Señor, y El lo recompensará por su buena obra". Podemos ser colaboradores de Dios al ayudar a quien lo necesita, en ese sentido también estamos mostrando amor a Dios, y El no lo olvidará, pues nos recompensará.

La mano derecha y la mano izquierda por lo general se mueven en estrecha cooperación. Por lo tanto, el no dejar que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha significaría que uno no daría publicidad a sus acciones caritativas, ni siquiera a personas en tan estrecha o cercana relación. Si queremos espectadores de las cosas que hacemos, aquí están: no solo los ángeles, sino también el mismo Dios del universo.

Al decir: tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará Jesús no está diciendo que Dios recompensará en secreto. El énfasis está en el hecho de que Dios todo lo ve. No solamente ve la obra de misericordia, sino que observa la intención del corazón y la manera en que el creyente realiza la obra. Nosotros miramos y juzgamos los hechos mayormente por las apariencias visibles, o exteriores. Dios no tiene tales límites. Esta verdad bíblica debe ser una fuente de consolación y paz para el creyente sincero.

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