Adorar en verdad (Juan 4:23)

los verdaderos adoradores adorarán al Padre… en verdad (Juan 4:23)

¿Qué entendemos por adorar en verdad? Un significado obvio es el de adorar "de verdad" o "de veras"; es decir, con toda sinceridad. Pero la adoración “en verdad” es sobre todo adorar de acuerdo con lo que Dios nos ha revelado de sí mismo en las Escrituras (Jn 17:17), y muy especialmente en la persona de su Hijo Jesús, que se define así mismo como la Verdad de Dios, como el verdadero camino para llegar a Dios y rendirle la adoración que Él desea (Jn 14:6) Esto quiere decir que debemos ser enseñados conforme a la verdad que encarna Jesús (Ef 4:21), enseñanza que nos es mostrada mediante sus palabras y su ejemplo de vida. Jesús mismo nos dice: "Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Jn 8:31-32) Así que para adorar "en verdad" debemos estar en Cristo mediante obedecer su palabra.

Sin embargo, la revelación de la Verdad no se limita a lo que Jesús enseñó cuando estuvo en la tierra. Él mismo prometió a sus discípulos que tendrían la asistencia del Espíritu de la verdad, quien los guiaría a toda la verdad (Jn 16:13) Es a través del Espíritu de la verdad que Jesús nos instruye y nos revela el significado de pasajes bíblicos, mostrándonos cómo debemos adorar a Dios. En este sentido es interesante como la Versión inglesa contemporánea traduce Juan 4:24: «Dios es Espíritu, y los que adoran a Dios deben ser guiados por el Espíritu para adorarle según la verdad».

Pero es importante destacar que cuando el espíritu santo nos guíe, lo hará según las Escrituras y nunca en contra de ellas, porque las Escrituras han sido inspiradas por Dios mediante Su espíritu santo (2 Ti 3:16) Por tanto, hemos de evitar que nuestro entendimiento bíblico se vea condicionado por lo que agrada al hombre, ignorando deliberadamente lo que Dios ha revelado en Su palabra. Sin embargo, porque no es posible conocer la verdad en todos los asuntos relacionados con Dios, debemos entender que nuestra adoración es un proceso continuo en conocer personalmente a Dios, de saber lo que le gusta y lo que no le gusta, sus valores y normas morales, porque cuanto más lo conozcamos, mejor sabremos cómo adorarle.

Anterior --- Lista de temas --- Siguiente