Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo (Lucas 1:34-35)
Es significativo que en respuesta a las tres tentaciones del diablo, Jesús comenzó diciendo: “escrito está”. Esto demuestra el alto valor que para él tenía las Sagradas Escrituras, y especialmente en esta circunstancia, siguió el proceder del salmista cuando dice: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Sl 119:11)
Al igual que Jesús, podemos ayudarnos de versículos bíblicos para resistir las tentaciones. Recordemos que en estas situaciones, la palabra de Dios es nuestra “espada del Espíritu” (Ef 6:17), que puede servirnos para salir de cualquier tipo de tentación (1 Co 10:13)
Comentarios
Publicar un comentario